lunes, 29 de junio de 2009

para pensarse mucho...

Supervisor y Agente Especial Allen Brantley.

"LA CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES NO ES UNA VÁLVULA DE ESCAPE INOFENSIVA EN UN INDIVIDUO SANO...ES UNA SEÑAL DE ALARMA" ( Supervisor y Agente Especial del FBI Allen Brantley.)
“Los asesinos... muy a menudo son niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”.
Robert K. Ressler, supervisor DEL F.B.I
“Es la misma sensación si estrangulas un animal o una persona. Ya has sentido la presión en el cuello mientras intentan respirar. Estás estrujándoles la vida a esos animales y no hay mucha diferencia. Lucharán por sus vidas igual que lo hará un ser humano. Llega un momento en que matar ya no significa nada. Ya no me interesaban los animales y empecé a buscar víctimas humanas.
Lo hice. Maté y maté hasta que me pillaron.
Ahora pago por ello durante el resto de mi vida.

Deberíamos parar la crueldad antes de que se transforme en un problema mayor, como yo.”
Estas reveladoras palabras fueron escritas por el asesino en serie, Keith Jesperson Hunter, desde la Prisión del Estado de Oregon, por lo que resultan particularmente valiosas para ilustrar la conexión entre la violencia hacia los animales y los humanos, que desde hace siglos es motivo de reflexión y preocupación.


Reflexiones
Durante todo el año pasado los proteccionistas estuvimos informando de algo que cada día veíamos mas y nos llamaba más la atención: la violencia que se estaba generando hacia los animales.
Algo que realmente nos preocupaba era que nuestras denuncias fueran vistas por personas, profesionales, legisladores y comunicadores como un delito menor ya que esto estaba indicando un síntoma de violencia en aumento en nuestra sociedad.
La violencia hacia las personas (maltratos en mujeres y niños) y la saturación del sistema judicial y penal, son argumentos habituales para negar mayor implicación en la lucha contra la violencia hacia los animales. Tomar más en serio la violencia hacia los animales, supone por tanto un beneficio en la lucha contra la violencia hacia las personas:
1. El abuso hacia los animales puede indicar que existe un problema más profundo: los niños que abusan de los animales pueden vivir en situaciones de abuso y pueden estarse graduando en la violencia hacia las personas.

2. La crueldad hacia los animales puede ser el único signo visible de una familia donde existe abuso: mientras el abuso hacia los niños y las mujeres suele ocurrir en privado, el abuso hacia los animales suele cometerse de forma abierta.

3. Los testigos o víctimas de la violencia hacia los animales y las personas suelen hablar más fácilmente sobre el abuso hacia los animales: esto comienza un dialogo con las autoridades que puede conducir a descubrir al responsable de la violencia a las personas.

4. La violencia es violencia: una persona que abusa de los animales no tiene empatía hacia otros seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia las personas.

5. El sistema judicial que sufre una sobrecarga de trabajo no considera la crueldad animal como una prioridad frente a los casos de asesinato, violación, maltratos y otros crímenes violentos: el tratamiento eficaz de la crueldad hacia los animales por la policía, fiscales y jueces puede representar la diferencia entre controlar la violencia o dejar que siga creciendo.

6. El procesamiento no es suficiente: el tratamiento y monitorización también son cruciales para romper el ciclo de la violencia. Los programas de apoyo psicológico pueden ayudar a reconocer y/o mejorar otras formas de violencia. Los programas innovadores que utilizan la interacción con los animales pueden ofrecer tratamiento a delincuentes juveniles de manera que aprendan a generar empatía, confianza y habilidad para comunicarse de forma no violenta.
La literatura psicológica, sociológica y criminológica extranjera ha estado analizando la idea de que el maltrato a los animales está íntimamente vinculado a la violencia interpersonal. Según estos estudios, que se vienen realizando desde hace más de treinta años, la gran mayoría de los abusadores comparten una historia de castigo parental brutal y rechazo, crueldad hacia los animales y violencia contra personas.

El psiquiatra Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios basados en el abuso animal y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del abusador.
En casos de crueldad animal intencional, las ofensas más comunes incluyen balear, pegar, patear, acuchillar, tirar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, abusar sexualmente y/o mutilar a los animales.
En base a lo descripto, queda claro que las mascotas juegan un importante rol en la vida de las personas. Lamentablemente, según lo investigado, la conexión que existe entre el abuso de los animales y la violencia humana, es un tema desconocido para muchos.
Algunas de las denuncias recibidas el año pasado en las protectoras locales
Perros quemados con acido, atados a la vía del tren, degollados, ahogados, violados, embolsados vivos, colgados y un sinfín de casos y denuncias imposibles de creer que puedan pasar en nuestra sociedad.
Tiziana Crosara
Corresponsal
CPCA Uruguay

Cìrculo Proteccionismo Marplatense
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