¿Por qué los gatos necesitan las uñas?
Las uñas participan en casi cualquier cosa que un gato hace mientras está despierto. Por la mañana, clava sus uñas en el rascador y tira haciendo fuerza contra la resistencia de las uñas para estimular y tonificar la parte superior de su cuerpo. Mientras juega, sus uñas atrapan los juguetes que vuelan por el aire y los sujetan. Cuando corre por la casa y sube las escaleras, sus uñas actúan como clavos para proporcionarle tracción extra. Cuando escala, usa las uñas como crampones de montañismo en miniatura que le permiten alcanzar la cima con facilidad.
Un gato usa las uñas para rascarse cuando le pica, manipular sus ratones de hierba gatera, agarrarse para seguir un camino estrecho, alzar su cuerpo hasta una percha alta, y sujetarse sobre una silla con estabilidad mientras se acicala. Las uñas se utilizan incluso para expresarse; por ejemplo, una ligera extensión de las uñas es una sutil forma de decir "Estoy cansado de que me sujetes y me apetece bajar al suelo".
En algunos casos, las uñas actúan como salvavidas, permitiendo a un gato trepar a un lugar seguro o frustrar a un atacante. Todo esto, y mucho más, se pierde cuando un gato es desungulado.
En la mayor parte del mundo no se desungula. En prácticamente todos los países donde los gatos son animales de compañía, desungularlos es ilegal o está efectivamente prohibido. Es todavía frecuente en Estados Unidos y Canadá. Aquí en España aunque está permitido, muchos veterinarios se niegan a hacerlo.
Desungular es un término demasiado benigno y engañoso. Cuando la gente lo escucha por primera vez, normalmente piensan que se refiere a algún tipo de corte de uñas, no una serie de diez amputaciones que dejan al gato sin los extremos de sus garras delanteras . Los veterinarios que se oponen a la desungulación informan de que más de la mitad de los clientes que consideran la opción de desungular, cambian de idea una vez que descubren cómo es el procedimiento en realidad.
2. DESUNGULAR = AMPUTAR
La desungulación es una operación quirúrgica seria. Se suministra al "paciente" anestesia general, dado que el dolor sería una tortura sin ella. Se coloca un torniquete alrededor de la primera pata a desungular. El veterinario entonces ejecuta una serie de diez amputaciones. Cada amputación elimina la uña y el hueso en el que ésta se encuentra firmemente enraizada. Se secciona el tendón y el ligamento que sostienen cada uña. Y se corta el tejido blando y la carne que rodean la zona. El asistente del veterinario venda la pata del gato para enjugar la sangre. El gato ha sido desungulado. Las uñas retráctiles que habría utilizado a lo largo de su vida para rascarse, jugar, caminar y defenderse yacen amontonadas sobre la mesa, esperando a ser tiradas a la basura.
La operación de desungulación no siempre termina sin percances. "Las complicaciones de esta amputación pueden ser un dolor atroz, daño al nervio radial, hemorragia, huesos astillados que impiden la curación, y un doloroso crecimiento de las uñas deformadas hacia dentro de la garra , que ya no es visible ."Algunas complicaciones requieren una segunda ronda de anestesia y cirugía.
Incluso si la operación transcurre sin percances, el dolor y la angustia a los que se ve sometido el gato cuando despierta son atroces. El Dr. Nicholas Dodman, Profesor de Farmacología Conductual y Director de la Clínica del Comportamiento en la Escuela Universitaria de Medicina Veterinaria en Tufts, y un especialista internacionalmente conocido en investigación sobre el comportamiento de animales domésticos, explica la desungulación: "La falta de humanidad del procedimiento queda claramente demostrada en la naturaleza de la recuperación de los gatos de la anestesia tras la cirugía.
A diferencia de las recuperaciones de rutina, incluyendo las recuperaciones de operaciones de esterilización, que son bastante tranquilas, la cirugía de desungulación termina con gatos rebotando contra las paredes de las jaulas de recuperación por el insoportable dolor. Los gatos más estoicos se hacen un ovillo contra el fondo de la jaula, inmovilizados en un estado de desamparo, presumiblemente debido al dolor abrumador.... [La desungulación] sirve como modelo de dolor intenso en las pruebas de eficacia de fármacos analgésicos.
Aunque se pueden utilizar analgésicos en el postoperatorio, raramente se les suministran, y sus efectos son incompletos y transitorios en cualquier caso, de modo que antes o después surgirá el dolor.
Algunos veterinarios están promoviendo la desungulación con láser como un procedimiento "libre de culpa". La desungulación con láser puede reducir la hemorragia y quizás disminuir en cierto grado el dolor agónico, pero el procedimiento no es diferente, sólo la forma de amputación.
3. Los gatos necesitan arañar... Con sus uñas
Los gatos necesitan arañar. Arañar es una actividad fuertemente ligada a la naturaleza del gato, y no algo que pueda elegir. Un gato araña varias veces al día, quizá unas 3.000 a lo largo de su vida, para liberar estrés, marcar su territorio, y ejercitar sus músculos. Las uñas son el corazón de la actividad de arañar.
La tensión entre las uñas clavadas en una superficie y los músculos de la parte superior del cuerpo genera ejercicio, marcas visuales y cualidades audibles asociadas con el rascado.
Un gato desungulado no puede arañar correctamente. Eso debería ser razón suficiente para no desungular. Arañar es un comportamiento tan innato que incluso los gatos desungulados siguen realizando los movimientos, aunque no sea un rascado real. Un gato desungulado puede frotar su pata a lo largo de un rascador y dejar su olor, pero pierde el ejercicio de la parte superior de su cuerpo que sólo puede ejecutar flexionándose y estirándose contra la resistencia de las uñas ancladas.
No ser capaz de ejecutar un saludable rascado cada día se cobra un precio. Los hombros y la parte superior de la espalda de un gato desungulado se debilitan gradualmente, puesto que arañar es la principal actividad que los mantiene fuertes. La experiencia completa de arañar (el ejercicio, el impacto visual, el sonido de las uñas rascando) es un potente relajante para un gato.
No se puede predecir cómo reaccionará cada individuo al serle negada esta estupenda fuente de alivio para el estrés. Un gato puede desarrollar problemas de agresividad para el resto de su vida; otro podría estar bien aparentemente, hasta que tenga que enfrentarse a una situación de estrés. Un gato que araña es un gato feliz. La desungulación interfiere profundamente con este comportamiento central de los gatos.
4. Los gatos caminan sobre toda la pata
Las garras cargan con todo el peso del gato. Los gatos se sostienen y caminan sobre toda la extensión de la garra. Cuando se amputa el extremo, como ocurre en una operación de desungulación, el gato se ve obligado a modificar su postura de acuerdo con este cambio.
Verse forzados a caminar de forma antinatural puede causar tensión en las patas y dolor a largo plazo. El dolor puede crecer gradualmente, y agravarse si el gato padece sobrepeso. Un gato no puede decirte directamente que le duele la pata. Sólo te darás cuenta cuando empiece a evitar usar la bandeja higiénica.
La Doctora Susan Swanson, DVM, propietaria de la Cat Care Clinic en Mahtomedi, Minnesota, comenta que "año tras año, los gatos desungulados que veo en mi consulta tienen muchos más problemas con la bandeja higiénica, como eliminaciones inadecuadas. Prácticamente todos los responsables de refugios y grupos de rescate animal del país hacen el mismo comentario.
Las patas doloridas con las que no apetece escarbar en la arena pueden ser una razón por la que los gatos desungulados son más propensos a evitar las bandejas higiénicas (el estrés acumulado por la imposibilidad de arañar puede ser también un factor importante, dado que el estrés está implicado en la mitad de los problemas relacionados con el tracto urinario).
Las garras recortadas pueden causar también dolor en otras partes del cuerpo del gato. Los dedos permiten que el pie se apoye en el suelo en el ángulo preciso para mantener pierna, hombro, músculos de la espalda y articulaciones en la alineación correcta.
La eliminación de las últimas falanges de los dedos altera drásticamente la configuración de los pies y hace que la pata se apoye en el suelo en un ángulo antinatural que puede causar dolores de espalda similares a los padecidos por los seres humanos cuando llevan calzado inadecuado."
5. Mitos comunes acerca de la desungulación
"Mi gato es el mismo de siempre; mi gato puede hacer las mismas cosas que haría un gato con uñas."
Un gato desungulado no es el mismo.
Ha perdido el extremo de sus dedos.
No puede obtener el beneficio completo de arañar.
Su forma de caminar se ve alterada porque la parte frontal de sus patas no está.
No puede agarrar un juguete o manipularlo tan bien como si tuviera uñas.
Puede trepar a superficies sencillas, pero en terreno más accidentado no puede valerse de las uñas delanteras que sirven como clavos de sujeción, frenos y garfios.
Si se enfrenta a una amenaza, lleva diez uñas de desventaja.
Es sencillo: hay cosas que es posible hacer con un conjunto de púas afiladas y que no pueden hacerse con una almohadilla lisa.
Pero ésas son sólo las diferencias mecánicas.
Los gatos son famosos por ocultar sus molestias y superar estoicamente sus deficiencias.
Es injusto para el gato que asumamos que no echa de menos sus uñas sólo porque no se queja explícitamente. El respeto hacia los gatos exige que les demos el beneficio de la duda, suponiendo que echará de menos cualquier cosa que de otra forma utilizaría diariamente.
El Dr. Gordon Stull, VMD, es propietario de la Vatco Veterinary Clinic en Tabernacle, New Jersey, y ha visto un buen número de gatos desungulados. Dice lo siguiente: "Desungular es, lisa y llanamente, una mutilación que puede causar daños tanto físicos como emocionales al gato. No todo gato desungulado sufrirá daños emocionales obvios; algunos pueden tener el aspecto de cualquier gato normal. Pero si entro en la consulta y veo un gato doméstico mostrando tendencias agresivas (vocalizaciones amenazadoras, una naturaleza agresiva dominante, y propensión a morder) en mi interior sé que hay nueve posibilidades entre diez de que este gato haya sido desungulado, y de que los comportamientos agresivos sean la forma en que el gato compensa la traumática experiencia de la desungulación y la pérdida de sus defensas naturales causada por la cirugía."
"Mi gato es todavía el más temido en el barrio, hasta los perros le evitan."
La gente que hace declaraciones como ésta, normalmente dejan de hacerlas súbitamente cuando sus gatos acaban en la clínica de urgencias veterinarias con laceraciones severas en todo su cuerpo. No tientes a la suerte, las probabilidades están en tu contra. Mantén a tu gato a salvo en el interior, y permítele tener el uso de todas sus uñas, aunque sólo sea por la razón de que pueden salvarle la vida si se escapa y se encuentra en peligro.
"Mejor desungular que devolver un gato al refugio para que se le practique la eutanasia."
Normalmente, mi primera respuesta a esta observación es desplazar el foco desde el mundo en general al individuo que está considerando la desungulación. Le pregunto:"¿vas Tú a devolver a tu gato al refugio si te desgarra el sofá?".
Hasta ahora siempre me han respondido que no, que es la respuesta correcta. Una vez que sé que el dueño del gato está comprometido a darle un hogar permanente, el argumento de "desungulación o eutanasia" deja de ser válido, y podemos avanzar en la exploración de opciones más respetuosas y menos invasivas que la desungulación.
La desungulación, en cualquier caso, no es garantía de que un gato no va a ser devuelto al refugio. Si se visita cualquiera de ellos, se observará que en todos hay gatos desungulados. En algunos casos, la propia desungulación puede ser la razón de que el gato termine de vuelta en el refugio.
El gato puede haber desarrollado problemas de comportamiento o con la bandeja higiénica como resultado de no tener uñas, lo que reduce drásticamente sus posibilidades de ser adoptado. Por lo tanto, a veces es realmente más humano devolver al gato antes de desungularlo.
De hecho, son relativamente pocas las desungulaciones que se hacen como último recurso para salvar a un gato de volver al refugio. La mayoría de las desungulaciones son preventivas y rutinarias, con frecuencia como parte de un paquete de esterilización-desungulación.
En clínicas veterinarias a lo largo del país, se les extirpan permanentemente las uñas a los gatitos aunque no tengan ningún problema relacionado con ellas , y antes de haber podido darles una oportunidad a alternativas más humanas. Además, el dueño medio consiente en desungular teniendo sólo una vaga noción de cuál es el procedimiento, cuáles son los posibles efectos secundarios, o incluso por qué es necesario.
"Mi veterinario no lo haría si fuera dañino".
La respuesta obvia es "Pero lo hizo."
No hay consenso entre los veterinarios acerca de la desungulación. Algunos veterinarios lo consideran extremadamente dañino, sin beneficio alguno para el gato, y no realizarán esta cirugía bajo ningún concepto.
También se ha llegado a una especie de callejón sin salida. Por una parte, los veterinarios ofrecen la desungulación porque suponen que sus clientes preguntarán por ello o lo pedirán directamente. Si los dueños de los gatos jamás pidieran una desungulación, un gran número de veterinarios dejarían de hacerlo con mucho gusto.
Por otra parte, los dueños de los gatos les desungulan en parte porque la mayor parte de los veterinarios lo hace de forma rutinaria. Es aterradoramente fácil conseguir que desungulen a tu gato en la mayoría de las clínicas veterinarias. Si el número suficiente de veterinarios se negasen a desungular, esta práctica dejaría de verse como algo normal para convertirse en algo muy poco habitual. Sólo eso podría hacer que las tasas de desungulación se hundieran.
A pesar del hecho de que la desungulación es muy frecuente en los Estados Unidos y Canadá hoy día, espero que según vayan aumentando tanto la información acerca de la desungulación como los grupos que promueven la filosofía a favor de las uñas, la desungulación perderá gradualmente su estatus. Algún día, todos los veterinarios de Estados Unidos y Canadá se unirán a sus colegas del resto del mundo para condenar la desungulación como una práctica bárbara y completamente innecesaria.
"Lo he intentado todo."
En mi experiencia, todos y cada uno de los dueños de gatos que dicen haberlo intentado todo, no lo han hecho, y a menudo ni siquiera lo han intentado un poco. Muchos no han intentado recortar las uñas, utilizar fundas, o hacer más que un esfuerzo simbólico con los rascadores. Muchos de ellos ni siquiera han oído hablar de SoftPaws, y mucho menos han intentado utilizarlos.
Un "problema de arañar" puede ser una reacción natural a una deficiencia en el entorno del hogar del gato. O puede ser una señal de un problema de comportamiento subyacente.
Si uno de los miembros de la casa sin darse cuenta suele acercarse sigilosamente al gatito por detrás y asustarlo, éste puede responder volviéndose más impaciente y agresivo. Si otro gato del vecindario empieza a rondar por los alrededores de la casa y a marcar, nuestro gato puede reaccionar arañando más y proyectando su frustración sobre otros miembros humanos o animales de la casa.
En estos y otros casos en los que arañar es síntoma de un estado físico o emocional, es necesario determinar y remediar esta causa subyacente. Desungular probablemente sólo empeorará las cosas.
"Mi gato es más feliz ahora que no le acoso por arañar."
Confiar en la amputación como medio de tratar problemas comunes de comportamiento en gatos da carta blanca al recurso a la fuerza bruta y establece un precedente potencialmente dañino.
¿Qué ocurrirá si el gato tiene un problema con la bandeja higiénica? O peor todavía, ¿y si la desungulación es un factor que contribuye al problema de la bandeja higiénica? El dueño no puede llevar al gatito al veterinario para que le ampute algo que haga desaparecer el problema.
Tendrá que ocuparse del problema de una forma que esté en armonía con las necesidades del gato. Eso conlleva algo de paciencia, puede que algo de improvisación y un poco de trabajo detectivesco. Justo como vérselas con las uñas. Éste es precisamente el momento en el que muchos gatos desungulados acaban de vuelta al refugio.
Sólo que entonces el gato ya no es un gatito joven y con muchas posibilidades de encontrar adoptante. Y además tendrá un problema con la bandeja higiénica. Ya se sabe qué destino aguarda a estos gatos en los refugios. El gato ya no es "más feliz" por haber sido desungulado. La solución para este rompecabezas es empezar con un acercamiento más benigno y mejor informado al problema de las uñas, en primer lugar.
"La razón de que en Europa no se desungule a los gatos es que todos pueden salir de las casas."
La razón de que en Europa no se desungule a los gatos es que la mayoría de los europeos considera, de forma correcta, la desungulación como inhumana y abusiva, y es ilegal en gran parte de Europa. (Lamentablemente aun no en España)
En cualquier caso, no todos los gatos europeos pueden salir de sus casas. Y estoy seguro de que en Europa, igual que en Estados Unidos, hay muchos gatos que preferirían su adorado asiento en el salón aunque tuvieran acceso a un bosque entero en el exterior. En Inglaterra y otros países fuera de los Estados Unidos y Canadá, la mayoría de los gatos permanecen dentro de los hogares durante la noche.
El gato está en la casa con los muebles entre ocho y doce horas. Cuando un gato tiene ganas de arañar, no piensa "bueno, esperaré hasta mañana para poder arañar fuera". Cuando hay mal tiempo, el gato inglés puede estar dentro de la casa casi todo el día.
El dueño de un gato de interior/exterior debe proporcionarle rascadores, y además desarrollar una política humana y sensata para ocuparse del problema de las uñas, justo como haría el dueño de un gato de interior.
En Europa tampoco se desungula a los gatos de interior. Este argumento también implica que las uñas se usan sólo para la defensa y que sólo los gatos de exterior necesitan uñas. Pero como se ha comentado anteriormente en este artículo, las uñas se usan para mucho más, y todos los gatos las necesitan.
6. Estrategias respetuosas con los gatos para ocuparse de las uñas
El primer paso para ocuparse del problema de las uñas de una forma humana es olvidarse de la desungulación. Comprométete a preservar las uñas de tu gato. Si ya has hecho eso, has empezado con buen pie.
Ahora, desarrolla una estrategia con tres objetivos:
- Proporcionar medios para las necesidades de rascado del gato.
- Convertir los muebles, y las piernas, en superficies poco agradables de arañar.
- Opcionalmente, reducir el daño de los arañazos recortando las uñas o usando SoftPaws.
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Además, en internet hay un número importante de buenas páginas acerca de cómo tratar y coexistir pacíficamente con las uñas de los gatos.
6.1. Rascadores
Los postes rascadores son la base, en sentido literal y figurado, de toda estrategia para ocuparse del problema de las uñas. La importancia de los rascadores nunca estará sobrevalorada. No te limites a ir a la tienda de animales, comprar un rascador y soltarlo en tu casa. Eso no funcionará. En vez de eso, monta un entorno cómodo y bien pensado para el rascado, siguiendo los consejos que aparecen más adelante. Tu gato te lo agradecerá muchas veces al día.
6.1.1. Tipos de rascadores
Todas las casas con gato deben tener al menos un poste rascador vertical clásico. Esto es lo que hay que buscar: el poste debe ser robusto, con una base grande y/o pesada. Debe tener al menos 70cms de altura, para que el gatito pueda hacer un estiramiento completo, con las uñas ancladas bien alto en el poste. La superficie de rascado debe facilitar buena resistencia para que las uñas puedan clavarse bien. La cuerda de pita, la madera desnuda o una alfombra firmemente tejida son buenas opciones. De hecho, el mejor material es "todos los anteriores"; la mayoría de los gatos adoran clavar las uñas en una variedad de texturas.
Un "árbol para gatos" de techo a suelo, con varios niveles, es más que un poste rascador, es un patio de recreo todo terreno para gatitos. Cuesta un montón, pero dura diez años o más y rentabiliza su precio al mejorar la salud de los gatos y proporcionar más diversión para todos. Es un gran regalo de cumpleaños o aniversario de adopción.
Para mi dinero, no hay mejor inversión que un poste rascador de cartón. En España contamos con el arañador Friskies que les encanta.
Gratis no es un mal precio para un poste rascador decente. Un tocón de árbol es el poste rascador más antiguo y funciona tan bien como siempre. Un trozo de madera o la parte de atrás de una alfombra vieja pueden ser perfectamente aceptables como rascadores; tu gato lo confirmará. También puedes hacer tu propio rascador de cartón con cajas de cartón acanalado; todo lo que necesitas es un par de tijeras y un poco de tiempo libre (también puedes hacerlo mientras ves la televisión).
Si eres mañoso con la madera, puedes construir postes soberbios por una pequeña fracción del coste de comprarlos. En Internet hay planos y consejos.
6.1.2. Situación
Los gatos prefieren arañar sobre algo que esté a mano, no a dos habitaciones de distancia. Distribuye rascadores con profusión en los lugares donde tus gatos pasen más tiempo. A los gatos les gusta rascar cuando hacen su entrada triunfal en una habitación, así que debes colocar algunos rascadores cerca de las divisiones entre una habitación y otra.
Si tu gatito ya ha empezado a arañar el sofá, coloca un poste rascador directamente enfrente del lugar donde araña, y cubre temporalmente el sofá con una sábana o cinta adhesiva de doble cara. El poste debe ser robusto y alto, y tener una textura basta, tipo tela de sofá, para ser un serio competidor ante el verdadero sofá. Una vez que tu inveterado rascador empiece a usar el poste con regularidad, puedes mover lentamente (unos pocos centímetros al día) el poste a su localización definitiva (o dejarlo donde está).
Si tu gato ignora un rascador perfectamente adecuado, muévelo medio metro; a veces, por razones que sólo tu gato conoce, esa es toda la diferencia.
La diversidad de los gatos nunca deja de sorprenderme. Tu gato puede tener su propio estilo de arañar, quizá prefiera postes cubiertos de alfombra suave de felpa y colocados en los lugares más peregrinos. A veces tendrás que ser "contraintuitivo".
Utiliza incentivos para hacer que tus rascadores sean más atractivos. Esparce algo de hierba gatera por encima. Esconde un juguete en la parte de arriba. Rasca con tus propias uñas el poste diciendo: "¡vamos a rascar!".
6.2. Cobertores
Es alucinante con qué frecuencia se pasa por alto esta técnica increíblemente efectiva y de bajo coste. Cubre los muebles para que el gatito no pueda arañarlos. Es casi demasiado fácil.
6.3. Salva Sofás
Los Salva Sofás son protectores de plástico duro transparente para tus sofás o sillas. Los Salva Sofás tienen una parte que va debajo del mueble y queda sujeta por el propio peso del mismo, así que no hay grapas ni velcro ni nada parecido. El plástico protege los muebles y los Salva Sofás son discretos, casi invisibles.
6.4. Cortar las uñas
Cortar la punta de las uñas de los gatos elimina el borde afilado, reduciendo enormemente cualquier daño por arañazos, pero permitiendo que el gato siga siendo un gato. Los gatitos se acostumbran a que les corten las uñas con bastante facilidad. Con los gatos adultos, hay que trabajar un poco para conseguirlo. La mayoría de las tiendas de animales venden tenacillas cortauñas especiales para gatos.
Varios libros y páginas en Internet contienen instrucciones detalladas acerca de cómo cortar las uñas a un gato; léelas antes de intentarlo en casa. También puedes delegar la tarea en el veterinario o peluquero felino.
6.5. SoftPaws
Se trata de otro gran producto, y me gustaría que toda clínica veterinaria del país mostrara sus folletos en un lugar privilegiado de la recepción. Los SoftPaws son cobertores de vinilo que encajan sobre las uñas del gato. Duran unas 4-6 semanas, y son sencillos de sustituir. Salvan a miles de gatos cada año de ser desungulados, y además son bonitos. http://www.softpaws.com/
6.6. Disuasión
Convierte el sofá, el armario y tus brazos en superficies desagradables de arañar, desde el punto de vista de tu gato. No se debe recurrir únicamente a la disuasión como estrategia para manejar el problema de las uñas. Debe combinarse con la acomodación. El punto principal de la estrategia ha de ser adecuar las necesidades de rascado del gato, no inhibirlas.
No todas las tácticas disuasorias funcionan con todos los gatos. Un gato puede sobresaltarse con una pistola de agua, otro puede ignorarla, y otro puede quedar traumatizado por ella. Si pruebas una táctica disuasoria y no es efectiva o asusta al gato, no la uses.
Asegúrate de que tu gato asocia la táctica disuasoria con la acción de arañar, no contigo. Si se da cuenta de que eres tú el que le está salpicando con agua, puede cogerte miedo o enfadarse contigo; y no es eso lo que quieres.
Sé coherente. Si no quieres que tu gato arañe el sofá, no le des señales contradictorias, permitiéndole arañarlo a veces.
Algunas tácticas disuasorias incluyen: pistolas de agua, Sticky Paws (cintas adhesivas anchas de doble cara), decir "no" en tu tono moderadamente alto de "eres un gato malo", dar palmadas, y el truco de las "monedas en la lata de refresco" (llena una lata de refresco vacía con monedas, ciérrala con cinta adhesiva, y coloca la lata precariamente en el borde del sofá; cuando el gatito salte al sofá, la lata caerá al suelo, haciendo un ruido fuerte).
6.7. Jugar con sentido común
No utilices tu mano como un juguete; estarás enviándole un mensaje confuso a tu gato e invitándole a arañarte. Utiliza juguetes que permitan que el gato los arañe con todas sus ganas..., pero a una distancia prudencial de ti. Si tienes un gato que usa sus uñas para jugar, Anita Frazier recomienda lo siguiente:"Quédate quieto y relajado, desengánchate las uñas empujando las patas hacia delante, nunca tires.
Inmediatamente después, llévate al [gato] culpable lejos de ti de forma amable pero firme, dirigiéndole palabras de profunda decepción. No te pongas nervioso en modo alguno ni alces la voz; debes amortiguar en todo lo posible tus muestras de emoción. Ignora ahora al gato al menos durante tres minutos." (De The New Natural Cat.)
[Nota del Editor: Este acercamiento puede parecer simplista, pero yo lo utilicé con éxito para enseñar a Harlequin a no usar las uñas al jugar, cosa que su anterior dueño aparentemente sí le había permitido; quizás esa fuera una de las razones por las que acabó en un refugio.]
6.8. Tolerancia
La tolerancia es, de hecho, parte de la estrategia humana para manejar el problema de las uñas. Hay que ser realista acerca del hecho de vivir con un animal. Tu gato toma decisiones y comete errores, tiene cambios de humor, reacciona al miedo o cuando percibe un peligro, se pone nervioso. Igual que cualquier persona. A veces es caprichoso, eso es parte de su encanto. Tiene una necesidad inalienable de arañar; no puede evitarlo. Acepta como hecho inevitable que tu gato a veces arañe "fuera de sus límites".
Nunca le desfigures permanentemente por hacer eso. Comprende los motivos de tu gato para usar las uñas. Aplica remedios humanos y razonables para las infracciones de rascado. Sé compasivo. Permítele conservar sus dedos. Parte de la responsabilidad de ser buen cuidador de tu gato es ser tolerante con sus comportamientos innatos y naturales.
7. Las uñas: una parte integral del gato completo
Todos los gatos nacen con uñas. Los gatos disfrutan del hecho de tener uñas; ni un solo gato que tenga uñas decide dejar de utilizarlas ni siquiera durante un día. Todos los gatos están a favor de conservar las uñas. Debemos respetar eso. Las uñas son parte integral de la vida diaria de los gatos. Los gatos usan las uñas para docenas de tareas, siendo arañar la más importante. Los gatos necesitan arañar todos los días, y necesitan uñas para hacerlo.
Las uñas retráctiles de los gatos no son apéndices externos. Son parte de la estructura básica de un gato, y los músculos y tendones que las sostienen son parte de su anatomía básica. En otras palabras, las uñas son parte del equipo estándar de El Gato Completo. El hecho de que haya que excavar profundamente para separar las uñas del resto del cuerpo es una gigantesca señal de advertencia que dice"¡No quitar esto a menos que sea absolutamente necesario!".
Los gatos no pueden hablar, pero sin lugar a dudas pueden comunicarse. Cada vez que un gato da un paso y camina sobre toda su garra, incluyendo la última articulación, es una indicación de que prefiere tener la garra completa, no sólo parte de ella. Cada vez que un gato se estira hasta la parte más alta de su rascador, extiende las uñas y hace ese ruido tan alegre, está diciéndonos que le gustan sus uñas. Ningún gato debería verse privado de unas herramientas tan magníficamente diseñadas y tan versátiles.
Llena tu casa de postes rascadores y superficies donde arañar. Utiliza cobertores para los muebles, fundas para las uñas, tenacillas cortaúñas, y tácticas disuasorias suaves cuando sea necesario para manejar de forma humana las uñas de tu gato. Aprende por ti mismo buscando información en sitios de Internet y grupos de discusión. Alaba a tu gato con entusiasmo cuando use su poste rascador. Elogia sus fuertes hombros y espalda, que se mantienen en forma gracias a sus ejercicios diarios de rascado. Disfruta viendo a tu gato disfrutar de sus uñas
Fuente: desconocida